CCA c/o Buenos Aires
2020-2021
En la primavera de 2020 arranca nuestra colaboración con Martin Huberman en la producción de una serie de programas públicos y proyectos de investigación en Buenos Aires. Martin Huberman es un arquitecto y curador que combina su práctica de diseño experimental en Estudio Normal con su trabajo como director de la Galería Monoambiente.
CCA c/o consiste en una serie de iniciativas temporales implantadas localmente en distintas ciudades del mundo, es una herramienta para revelar cuestiones de importancia general que emergen de contextos diferentes a los nuestros, una estrategia para definir nuevas investigaciones temáticas y añadir nuevas perspectivas a las conversaciones en curso, y un experimento de transformación del propio CCA.
Nos interesan las distintas ideas y perspectivas que surgen de diferentes culturas y lugares. Sin embargo, tenemos poco interés en la infraestructura física de las franquicias o satélites de museos, o en su relación de subordinación. Hoy en día, una institución de ámbito internacional debe ser concebida como una red, no como un edificio. Ágil e informal, CCA c/o detecta dónde está llevándose a cabo una discusión arquitectónica interesante y dónde puede haber un interlocutor sensible a esta iniciativa que ofrezca una perspectiva única. Puede que sean curadores independientes, arquitectos, periodistas, fotógrafos, editores o cualquier otra figura interesante que podamos encontrar en el camino… a todos les damos la bienvenida como parte del CCA. A veces, nosotros hacemos de anfitriones, otras veces, son ellos quienes nos reciben. Cada iteración será diferente.
2020-2021: Me conociste en un momento extraño de mi vida
Me conociste en un momento muy extraño de mi vida se plantea como mirada introspectiva de la arquitectura y su campo de acción en un período crítico para la ciudadanía argentina. La investigación usa el tiempo transcurrido y la distancia de una perspectiva internacional para revisitar el accionar profesional en el contexto de un golpe dramático y al mismo tiempo acelerador de la tradición desarrollista que la arquitectura argentina parece llevar en sus venas. Lejos de centrarse en cuestiones compositivas o en una representación idealizada del reciente desarrollismo vernáculo, solo destacado como una cualidad meramente positiva de la profesión, la investigación profundiza en los rasgos cuasi invisibles del quehacer arquitectónico que, por acostumbramiento o por pura extravagancia, quedan descartados del relato tradicional.
El vacío
La investigación comienza con un diálogo virtual entre el politólogo Pablo Touzón y el economista Alejandro Bercovich, en el que ensayamos un retrato breve pero consistente del momento de la geo-política argentina en el cual se rompió el relato de un progreso irrestricto, y los sistemas político, económico, social y financiero volaron por los aires. La historia comienza en ese tiempo en el que todo fue vacío.
Homo dolarensis
Es indudablemente complejo transcribir en notaciones una disciplina que se funda –aunque lo niegue– en los pilares del inframundo financiero, las casas de cambio, las cuevas, las bóvedas y en las cajas de seguridad. Ahí, donde se refugia el dinero, también se produce el primer gesto arquitectónico que, lejos del tablero y las lógicas compositivas, se rige por una proporción única y divina: la que transforma el efectivo en obra. Dino Buzzi, en una ficción certera, acompaña al héroe en su travesía en la que abandona la inocencia académica del arquitecto proyectista para devenir en proto desarrollador inmobiliario. En los albores del rebote de la crisis más dramática del país, en la escala profesional se produce el salto a la madurez desarrollista.
Simil
(…) each building type can be studied for the insight it provides into how architecture symbolizes the aspirations and values of these societies
— David Harris, Money Matters (CCA, 1990)
La investigación de Juan Campanini, Josefina Sposito evoca lo profundo de la historia estética de las principales entidades bancarias de Buenos Aires. Ahí, en el Microcentro, por donde navega el héroe de Buzzi en su periplo, la arquitectura gestó la tradición bancaria porteña. Casas Centrales, grandes arquitectos y setenta años de diseño de una estética de la confianza, que terminó de manera abrupta en diciembre del 2001. Con algunos destellos dramáticos, dignos de telenovela en clave latina, el impacto de esa traición, la más grande posible, rompió casi un siglo de tradición financiera, y generó un éxodo masivo de clientes despechados hacia nuevas instituciones más confiables.
La arquitectura encontró en el Fideicomiso un instrumento translativo que la dotó de ese carácter financiero, fundamental, para aquel buscaba salvarse, pero sobre todo útil y rentable para quien ya no era capaz de jugar en el mercado financiero tradicional. ¿Es posible que el fenómeno de traslación financiera, entre bancos y edificios, no arrastre algún tipo de canon estético?
La tradición desarrollista
La crisis funcionó como un acelerador de una tradición modernista que hizo de la propiedad horizontal porteña uno de sus laboratorios más robustos. La historia presenta al arquitecto como alguien que poseía la capacidad de contener las voluntades habitacionales de sus clientes, al tiempo que hacía uso de ese torrente especulativo para poner a prueba nuevas tipologías habitables. En muchos casos, y casi como garante de su propia medicina, esos edificios también lo tenían como inquilino. El tándem compuesto por Sebastián Adamo y Marcelo Faiden contrapone a la hipótesis que hace de la crisis una oportunidad, con una investigación sobre el volumen de lo gestado y construido de la historia edilicia de Buenos Aires.
Researxting
La investigación indaga sobre los rasgos humanos que forjaron la disciplina en un período de vacío institucional. El tramo actual tiene lugar en plena cuarentena, con bibliotecas y archivos cerrados y equipos de difusión diezmados por el trabajo remoto. El encuentro físico -estructura natural para la narración de un pasado poco relevado- nos está vedado por el riesgo que representa nuestra propia humanidad. Por ello, donde la distancia se convirtió en la norma y lo digital fagocitó hasta al encuentro más corpóreo, creamos Researxting. Allí donde el sexteo se hace carne, diseñamos un ensayo de carácter intimista en formato chat. Una serie de intercambios directos con arquitectxs de diferentes géneros, edades y trayectorias, que atravesaron como pudieron este período común de poscrisis.
Cornucopia
El último episodio de este relato, una delicada pieza desarrollada por el dúo compuesto por Juan Campanini y Josefina Sposito retoma el hilo de la investigación publicada aquí bajo el título “El lugar del dinero”. Los argentinos, acostumbrados a las crisis y a la falta de crédito, desarrollamos una aprehensión especial por la moneda en formato físico, que se traducía en una forma de ahorro asociada popularmente al fajo de billetes debajo del colchón. El banco no era más que una versión escalada de ese refugio doméstico, hasta que se demostró lo contrario. El drama que las manifestaciones ciudadanas de 2001 imprimieron sobre las fachadas de los bancos porteños sugería, además de una profunda desesperación, una aguda ignorancia con respecto a las verdaderas formas del dinero. Los años de bonanza económica de la poscrisis fueron testigos de una cornucopia estilística en las formas que supo adoptar el dinero. Desde el ahorro devenido en arquitectura, hasta la popularidad del consumo en cuotas, el dinero dominó la escena cotidiana de las personas.
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